21 de noviembre del 2019 La Presentación de la Virgen María o jueves de la 33a semana del TO
No hay ninguna
indicación en las Escrituras de que María fuera presentada en el Templo. Pero
esta piadosa leyenda quiere presentar algo muy real: Que María siguió a su Hijo
Jesús, que su mentalidad y actitud era la de Jesús, y que, como su Hijo, ella
estuvo enteramente ocupada en buscar en todo la voluntad de Dios. Ella fue una
verdadera pariente de Jesús, también mentalmente, espiritualmente, en el
espíritu del evangelio de hoy. (ciudadredonda.org)
Lectura de la profecía de
Zacarías 2, 14-17
Grita de júbilo y alégrate, hija de
Sión:
porque yo vengo a habitar en medio de ti
-oráculo del Señor-.
Aquel día, muchas naciones se unirán al Señor:
ellas serán un pueblo para él
y habitarán en medio de ti.
¡Así sabrás que me ha enviado a ti
el Señor de los ejércitos!
El Señor tendrá a Judá como herencia,
como su parte en la Tierra santa,
y elegirá de nuevo a Jerusalén.
¡Que callen todos los hombres delante del Señor,
porque él surge de su santa Morada!
porque yo vengo a habitar en medio de ti
-oráculo del Señor-.
Aquel día, muchas naciones se unirán al Señor:
ellas serán un pueblo para él
y habitarán en medio de ti.
¡Así sabrás que me ha enviado a ti
el Señor de los ejércitos!
El Señor tendrá a Judá como herencia,
como su parte en la Tierra santa,
y elegirá de nuevo a Jerusalén.
¡Que callen todos los hombres delante del Señor,
porque él surge de su santa Morada!
Palabra de
Dios.
SALMO Lc 1, 46-55
R. El Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
Mi alma canta la grandeza del Señor,
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador. R.
Porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz,
porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:
¡su Nombre es santo! R.
Su misericordia se extiende de generación en generación
sobre aquellos que lo temen.
Desplegó la fuerza de su brazo,
dispersó a los soberbios de corazón. R.
Derribó a los poderosos de su trono
y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías. R.
Socorrió a Israel, su servidor,
acordándose de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abraham y de su descendencia para siempre. R.
ALELUIA Lc 11, 28
Aleluia.
Felices los que escuchan la palabra de Dios
y la practican.
Aleluia.
SALMO Lc 1, 46-55
R. El Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
Mi alma canta la grandeza del Señor,
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador. R.
Porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz,
porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:
¡su Nombre es santo! R.
Su misericordia se extiende de generación en generación
sobre aquellos que lo temen.
Desplegó la fuerza de su brazo,
dispersó a los soberbios de corazón. R.
Derribó a los poderosos de su trono
y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías. R.
Socorrió a Israel, su servidor,
acordándose de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abraham y de su descendencia para siempre. R.
ALELUIA Lc 11, 28
Aleluia.
Felices los que escuchan la palabra de Dios
y la practican.
Aleluia.
+ Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo según san Mateo 12, 46-50
Jesús estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con Él. Alguien le dijo: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte».
Jesús le respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: «Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre».
Palabra del Señor.
Jesús estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con Él. Alguien le dijo: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte».
Jesús le respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: «Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre».
Palabra del Señor.
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Una presentación en el Templo, como la de Jesús y la de
María, es siempre el símbolo de una consagración a Dios y un modelo para toda
consagración religiosa.
La Presentación de María en el Templo (así con mayúsculas),
es un episodio que no se encuentra en los evangelios llamados canónicos
(oficiales, reconocidos). Este episodio, proviene de un escrito en griego del
siglo II, el Protoevangelio de Santiago (llamado también apócrifo). Pero no es
solamente esta tradición que la Iglesia celebra; al mismo tiempo se celebra el
don que de ella misma , María Inmaculada, no ha dejado de hacer a Dios.
El texto de hoy habla de la Madre y de los hermanos de Jesús.
Mateo dice que ellos le buscaban para verle. Él omite diplomáticamente decir
por qué. Marcos, dice, que los suyos han venido a Cafarnaúm para conducirlo de
nuevo a casa, pues decían que había perdido el sentido (que estaba loco)
(Marcos 3,21). En suma, el clan de Jesús tenía dificultades con la popularidad
de Jesús o bien ellos tienen miedo de las repercusiones (consecuencias) o bien
ellos comparten la opinión de la gente de Nazaret que no aceptan que Jesús
tenga una verdadera misión.
Como la multitud les impide acercarse a Él, alguien informa a
Jesús que su madre y sus hermanos querían hablarle y Jesús le responde con la
pregunta: Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? Es una manera de
preguntar cuál es el vínculo o lazo más importante para Él. Es que es el
vínculo o lazo de sangre o es otra cosa? Y la respuesta es aquello que nos
interesa especialmente hoy porque ella va a revelar lo que hace que María sea
en verdad grande a los ojos de Jesús. Aquel que hace la voluntad de mi Padre
que está en los cielos, ese es para mí un hermano, una hermana, una madre.
Así entonces, para Jesús, el lazo o vínculo más fuerte
es con aquellos que hacen la voluntad de Dios. El papel de María es
asegurado como importante: ella es la Theotokos, la Madre de Dios. Por tanto,
más importante que su maternidad, es su respuesta a Dios: "yo soy la
humilde esclava (sierva) del Señor" (Lucas 1,38).
La presentación de María en el Templo simboliza esta
respuesta que ha sido aquella de toda su vida.
Jueves de la 33a semana del tiempo ordinario
Primera lectura
Lectura del segundo libro de los Macabeos (2,15-29):
En aquellos días, los funcionarios reales encargados de hacer apostatar por la fuerza llegaron a Modín, para que la gente ofreciese sacrificios, y muchos israelitas acudieron a ellos. Matatías se reunió con sus hijos, y los funcionarios del rey le dijeron: «Eres un personaje ilustre, un hombre importante en este pueblo, y estás respaldado por tus hijos y parientes. Adelántate el primero, haz lo que manda el rey, como lo han hecho todas las naciones, y los mismos judíos, y los que han quedado en Jerusalén. Tú y tus hijos recibiréis el título de grandes del reino, os premiarán con oro y plata y muchos regalos.»
Pero Matatias respondió en voz alta: «Aunque todos los súbditos en los dominios del rey le obedezcan, apostatando de la religión de sus padres, y aunque prefieran cumplir sus órdenes, yo, mis hijos y mis parientes viviremos según la alianza de nuestros padres. El cielo nos libre de abandonar la ley y nuestras costumbres. No obedeceremos las órdenes del rey, desviándonos de nuestra religión a derecha ni a izquierda.»
Nada más decirlo, se adelantó un judío, a la vista de todos, dispuesto a sacrificar sobre el ara de Modin, como lo mandaba el rey. Al verlo, Matatias se indignó, tembló de cólera y en un arrebato de ira santa corrió a degollar a aquel hombre sobre el ara. Y entonces mismo mató al funcionario real, que obligaba a sacrificar, y derribó el ara. Lleno de celo por la ley, hizo lo que Fineés a Zinirí, hijo de Salu.
Luego empezó a gritar a voz en cuello por la ciudad: «El que sienta celo por la ley y quiera mantener la alianza, ¡que me siga!»
Después se echó al monte con sus hijos, dejando en el pueblo cuanto tenía. Por entonces, muchos bajaron al desierto para instalarse allí, porque deseaban vivir según derecho y justicia.
Palabra de Dios
En aquellos días, los funcionarios reales encargados de hacer apostatar por la fuerza llegaron a Modín, para que la gente ofreciese sacrificios, y muchos israelitas acudieron a ellos. Matatías se reunió con sus hijos, y los funcionarios del rey le dijeron: «Eres un personaje ilustre, un hombre importante en este pueblo, y estás respaldado por tus hijos y parientes. Adelántate el primero, haz lo que manda el rey, como lo han hecho todas las naciones, y los mismos judíos, y los que han quedado en Jerusalén. Tú y tus hijos recibiréis el título de grandes del reino, os premiarán con oro y plata y muchos regalos.»
Pero Matatias respondió en voz alta: «Aunque todos los súbditos en los dominios del rey le obedezcan, apostatando de la religión de sus padres, y aunque prefieran cumplir sus órdenes, yo, mis hijos y mis parientes viviremos según la alianza de nuestros padres. El cielo nos libre de abandonar la ley y nuestras costumbres. No obedeceremos las órdenes del rey, desviándonos de nuestra religión a derecha ni a izquierda.»
Nada más decirlo, se adelantó un judío, a la vista de todos, dispuesto a sacrificar sobre el ara de Modin, como lo mandaba el rey. Al verlo, Matatias se indignó, tembló de cólera y en un arrebato de ira santa corrió a degollar a aquel hombre sobre el ara. Y entonces mismo mató al funcionario real, que obligaba a sacrificar, y derribó el ara. Lleno de celo por la ley, hizo lo que Fineés a Zinirí, hijo de Salu.
Luego empezó a gritar a voz en cuello por la ciudad: «El que sienta celo por la ley y quiera mantener la alianza, ¡que me siga!»
Después se echó al monte con sus hijos, dejando en el pueblo cuanto tenía. Por entonces, muchos bajaron al desierto para instalarse allí, porque deseaban vivir según derecho y justicia.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 49,1-2.5-6.14-15
R/. Al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios
El Dios de los dioses, el Señor, habla:
convoca la tierra de oriente a occidente.
Desde Sión, la hermosa, Dios resplandece. R/.
«Congregadme a mis fieles,
que sellaron mi pacto con un sacrificio.»
Proclame el cielo su justicia;
Dios en persona va a juzgar. R/.
«Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza,
cumple tus votos al Altísimo
e invócame el día del peligro:
yo te libraré, y tú me darás gloria.» R/.
R/. Al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios
El Dios de los dioses, el Señor, habla:
convoca la tierra de oriente a occidente.
Desde Sión, la hermosa, Dios resplandece. R/.
«Congregadme a mis fieles,
que sellaron mi pacto con un sacrificio.»
Proclame el cielo su justicia;
Dios en persona va a juzgar. R/.
«Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza,
cumple tus votos al Altísimo
e invócame el día del peligro:
yo te libraré, y tú me darás gloria.» R/.
Lectura del santo evangelio según san Lucas (19,41-44):
En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: «¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida.»
Palabra del Señor
En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: «¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida.»
Palabra del Señor
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Resistencia radical
Hoy saltamos atrás y volvemos al primer libro de los Macabeos y vemos cómo un hombre líder israelita llamado Matatías se rebela contra el opresor, él se sostiene hasta el final fiel a la Ley de Moisés. Él mismo se rehúsa a practicar los sacrificios paganos exigidos. Él no duda en matar a aquellos que los practican…Él no hace ninguna concesión. Con una radicalidad que puede parecer chocante hoy, él asesina aquellos que se oponen a los mandamientos de Dios, tantos a israelitas como a oficiales del rey.
En el Evangelio, vemos a Jesús contemplando la ciudad santa Jerusalén. Pero Jesús en un momento dado llora, en su tristeza, Jesús le reprocha a Jerusalén no haber reconocido "El momento en que Dios le visitaba". Al inicio y al final de la escena, el mismo reproche se repite: "No has reconocido el momento de la venida de tu Dios". No has reconocido su rostro , que no era aquel que querías. Tu deseabas imponerle una figura y una intervención fulgurantes, que tu egoísmo proyectaba en Él. En lugar de la venganza y la fuerza militar, Él venía a servir por amor. Al no reconocerlo, Jerusalén lo ha rechazado como rechaza a un falso profeta y lo clavado en una cruz.
En esta Cruz, Jesús, el servidor de Dios, moría desnudo, en una pobreza total, desprovisto de toda fuerza. Es dentro de este despojo que su amor desplegaba todo su poder. Al rechazar a Dios que se presentaba en la pobreza y la humildad, Jerusalén, y toda persona que no lo reconoce, por seguir solo sus sueños, se condenan ellos mismos.
En esta Cruz, Jesús, el servidor de Dios, moría desnudo, en una pobreza total, desprovisto de toda fuerza. Es dentro de este despojo que su amor desplegaba todo su poder. Al rechazar a Dios que se presentaba en la pobreza y la humildad, Jerusalén, y toda persona que no lo reconoce, por seguir solo sus sueños, se condenan ellos mismos.
Oración:
Señor Dios nuestro:
Buscamos el camino de la paz de Jesucristo, tu Hijo.
Que ojalá seamos tu pueblo escogido,
reconociendo día a día el tiempo de tu visitación.
Deseamos que hoy mismo sea el momento
en que estemos abiertos a tu venida,
acogiendo las palabras que nos hablas,
acogiendo a la gente que encontramos
y a los que claman por compasión
y por un poco de calor humano.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús, el Señor.
Buscamos el camino de la paz de Jesucristo, tu Hijo.
Que ojalá seamos tu pueblo escogido,
reconociendo día a día el tiempo de tu visitación.
Deseamos que hoy mismo sea el momento
en que estemos abiertos a tu venida,
acogiendo las palabras que nos hablas,
acogiendo a la gente que encontramos
y a los que claman por compasión
y por un poco de calor humano.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús, el Señor.
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