Lo
extraordinario en lo ordinario
En
el corazón de las tinieblas de la humanidad ha surgido una gran luz. El
Niño Dios, anunciado al pueblo de Israel por los profetas, nació de
noche. El anuncio del nacimiento del Señor llega a las naciones por medio
de los sabios de Oriente, quienes otean el cielo en lo más profundo de la noche
y perciben una luz que se distingue de las demás: perdura, los orienta, los
conduce. Partieron apresuradamente, no siguiendo la ruta de un GPS, sino a
la luz de una estrella. No saben que este camino estará plagado de
obstáculos: al enterarse del nacimiento del Príncipe de la Paz, el rey Herodes
se siente presa de unos celos que amenazan la vida del Niño.
Ofrecen
oro, incienso, símbolos de la realeza del Niño y mirra que anuncia la Pasión y
la muerte. Son los paganos los que nombran al Niño "rey de los
judíos", título que quedará grabado en la señal de la Cruz de Jesús, que
ha tomado forma para salvar a toda la humanidad.
Este
frágil signo de un nacimiento da testimonio de lo extraordinario que ocurre en
la vida ordinaria de un pueblo. El misterio anunciado por las Escrituras
fue desvelado, revelado a Pablo, abriendo a la comunidad de Éfeso y a nosotros,
hoy, la comprensión del acontecimiento. El nacimiento esperado realiza y
realiza el plan de Dios: “Todas las naciones están asociadas a la misma
herencia, al mismo cuerpo, a la participación de la misma promesa, en Cristo
Jesús, mediante el anuncio del Evangelio. » ¿
Experimenté ser guiado por una luz interior que me llevó al Señor?
¿La palabra de Dios viene a permitirme experimentar y manifestar la fraternidad
en mi vida diaria?
Anne
Da, Javiera
Is 60,1-6;
Ef 3,2-3.5-6;
Mt 2,1-12
Monición a las lecturas:
El profeta Isaías contrasta un entorno de oscuridad y tiniebla que envuelve al mundo, con el
surgimiento de una luz que despunta al amanecer sobre Jerusalén.
Es claro que no se trata literalmente de la ausencia o abundancia de luz solar, sino de símbolos de una transformación más profunda que contagia de alegría el corazón de la gente. La alegría y el miedo no se pueden fingir, se trasparentan. Las personas que tienen una experiencia de Dios irradian una serena alegría. Por el contrario, quienes viven endiosados en su propio poder como el rey Herodes, viven en la ansiedad de perderlo todo. A Herodes le preocupaba perder el control político; le aterraba la noticia del nacimiento de un competidor. Su obsesión por el poder lo volvió un tirano sanguinario. Los Magos, por su parte, no se dejaron engatusar y no quisieron ser comparsas de sus oscuras intenciones homicidas.
PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS 60, 1-6
¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Mira: las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti; y caminarán los pueblos a tu luz; los reyes al resplandor de tu aurora: Levanta la vista en torno, mira: todos ésos se han reunido, viene a ti: tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando vuelquen sobre tilos los tesoros del mar, y te traigan las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos, los dromedarios de Madián y de Efá. Vienen todos de Sabá, trayendo incienso y oro, y proclamando las alabanzas del Señor.
Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL
SALMO 71
R.- SE POSTRARÁN ANTE TI, SEÑOR, TODOS LOS REYES DE LA TIERRA.
Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes:
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.-
Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. R -
Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributos
que los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones,
que se postren ante él todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan. R.-
El librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. R –
SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS EFESIOS 3, 2-3a 5-6
Hermanos:
Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado a favor vuestro. Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y participes de la Promesa en Jesucristo, por el Evangelio.
Palabra de Dios
ALELUYA Mt 2, 2
“Hemos visto su estrella, y venimos a adorarlo”
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 2, 1-12
Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:
-- ¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo.
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos pontífices y a los letrados del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron:
-- En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el Profeta: "Y tú. Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judá; Pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel”.
Entonces Herodes llamó en secreto a los Magos, para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén diciéndoles:
-- Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que había visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas, lo adoraron: después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.
Palabra del Señor
Una
manifestación para el mundo
Jesús nació en Belén de Judá en
tiempos del rey Herodes. Entonces, unos Magos de Oriente se presentaron en
Jerusalén preguntando:
-- ¿Dónde está el Rey de los
Judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a
adorarlo.
Mateo 2:1–2
Lo más probable es que los
magos procedieran de Persia, el actual Irán. Eran hombres que se dedicaban
regularmente al estudio de las estrellas. No eran judíos, pero
probablemente conocían la creencia popular del pueblo judío de que nacería un rey
que los salvaría.
Estos Magos fueron llamados
por Dios para encontrarse con el Salvador del mundo. Curiosamente, Dios
usó algo muy familiar para ellos como instrumento de su llamado: las
estrellas. Entre ellos existía la creencia de que cuando nacía alguien de
gran importancia, este nacimiento iba acompañado de una nueva
estrella. Entonces, cuando vieron esta nueva estrella, brillante y reluciente,
se llenaron de curiosidad y esperanza. Uno de los aspectos más
significativos de esta historia es que respondieron. Dios los llamó
mediante el uso de una estrella, y ellos optaron por seguir esta señal,
emprendiendo un largo y arduo viaje.
Dios a menudo usa aquellas
cosas que nos son más familiares y que son parte de nuestra vida diaria para
enviar Su llamado. Recuerda, por ejemplo, que muchos de los Apóstoles eran
pescadores, y Jesús usó su ocupación para llamarlos, haciéndolos “pescadores de
hombres”. Utilizó especialmente la pesca milagrosa para indicarles
claramente que tenían un nuevo llamamiento.
En nuestras propias vidas,
Dios nos llama constantemente a buscarlo y adorarlo. A menudo utilizará
algunas de las partes más comunes de nuestras vidas para enviar ese
llamado. ¿Cómo te está llamando? ¿De qué manera te está enviando una
estrella a seguir?
Muchas veces cuando Dios
habla, ignoramos su voz. Debemos aprender de estos Magos y responder
diligentemente cuando Él nos llame. No debemos dudar y debemos buscar
estar atentos diariamente a las formas en que Dios nos invita a una confianza,
entrega y adoración más profundas.
Reflexiona hoy sobre el
llamado de Dios en tu vida. ¿Estas escuchando? ¿Estás
respondiendo? ¿Estás listo y dispuesto a abandonar todo lo demás en la
vida para servir Su santa voluntad? Búscalo, espera en Él y
responde. Hacerlo será la mejor decisión que jamás tomes.
Señor, te amo y oro para estar
abierto a Tu mano que guía mi vida. Que esté siempre atento a las
innumerables formas en que Tú me llamas todos los días. Y que siempre te
responda con todo mi corazón. Jesús, en Ti confío.
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