¿Contradicción o esperanza?
Juan 16, 20-23a
A
Jesús le gusta desdibujar las líneas, anunciando casi al mismo tiempo los
mayores tormentos – “Llorarán y se lamentarán” – así como las mayores alegrías
– “Nadie les quitará su alegría”. ¿Una contradicción? ¡No, una esperanza! No
conocemos los detalles de los acontecimientos por venir, de ninguna manera
estamos protegidos contra los choques y tribulaciones de esta vida, pero
sabemos que la noche y la oscuridad nunca tendrán la última palabra.
Bertrand
Lesoing, sacerdote de la comunidad de Saint-Martin
Juan 16, 20-23a) “vosotros estaréis tristes”, dice Jesús. Pero al mismo tiempo añade: “vuestra tristeza se convertirá en alegría”. Con firmeza, nos asegura que vendrá el gozo verdadero y duradero y que no nos faltará. ¿No es esta otra forma de enunciar el misterio pascual?
"No temas". Hoy, esta palabra del Señor se dirige a mí. Yo no tengo miedo, no temo a nada, porque el Resucitado está conmigo como un amigo fiel. Nada me separará de su amor. Yo espero y yo confío.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (18,9-18):
CUANDO estaba Pablo en Corinto, una noche le dijo el Señor en una visión:
«No temas, sigue hablando y no te calles, pues yo estoy contigo, y nadie te pondrá la mano encima para hacerte daño, porque tengo un pueblo numeroso en esta ciudad».
Se quedó, pues, allí un año y medio, enseñando entre ellos la palabra de Dios.
Pero, siendo Gallón procónsul de Acaya, los judíos se abalanzaron de común acuerdo contra Pablo y lo condujeron al tribunal diciendo:
«Este induce a la gente a dar a Dios un culto contrario a la ley».
Iba Pablo a tomar la palabra, cuando Gallón dijo a los judíos:
«Judíos, si se tratara de un crimen o de un delito grave, sería razón escucharos con paciencia; pero, si discutís de palabras, de nombres y de vuestra ley, vedlo vosotros. Yo no quiero ser juez de esos asuntos».
Y les ordenó despejar el tribunal.
Entonces agarraron a Sóstenes, jefe de la sinagoga, y le dieron una paliza delante del tribunal, sin que Galión se preocupara de ello.
Pablo se quedó allí todavía bastantes días; luego se despidió de los hermanos y se embarco para Siria con Priscila y Aquila. En Cencreas se había hecho rapar la cabeza, porque había hecho un voto.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 46,2-3,4-5.6-7
R/. Dios es el rey del mundo
Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor altísimo es terrible,
emperador de toda la tierra. R/.
Él nos somete los pueblos
y nos sojuzga las naciones;
él nos escogió por heredad suya:
gloria de Jacob, su amado. R/.
Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas:
tocad para Dios, tocad;
tocad para nuestro Rey, tocad. R/.
Lectura del santo evangelio según san Juan (16,20-23a):
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre.
También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada».
Palabra del Señor
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Una presencia que aleja el miedo
Jesucristo le confirma a Pablo su compañía, a través de una visión le dice: "No temas, sigue hablando y no te calles que yo estoy contigo".
Les cuento algo. Un amigo y paisano mío, católico y muy convencido de su fe, le caería muy bien este verso como regla de vida, pues además de que le gusta hablar bastante, en sus labios constantemente hay una palabra de amor por la Iglesia, un consejo, un consuelo para algún hermano y eso creo, es saber utilizar bien el don de la Palabra. Cuántas barrabasadas al día decimos nosotros? cuánto de verdad valioso habrá en nuestras intervenciones orales?
En el Evangelio, podemos darnos cuenta una vez más cómo las palabras de Jesús en su testamento espiritual son verdaderas. No hay comparación entre los sinsabores de las persecuciones y el gozo profundo de la esperanza que persevera.
Es cierto que los apóstoles quedarían muy tristes por la ausencia de Jesús y por las incomprensiones y hostilidades sufridas por anunciar el Evangelio, pero finalmente con Jesús vendrá el momento del parto y la fecundidad.
La victoria del Resucitado y la fidelidad del discípulo son mucho mayores que los momentos de angustia.
2
La angustia se convierte en alegría
“La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre.
También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría”.
La angustia en la vida es común. En pequeñas formas, experimentaremos angustia todos los días. Y, de vez en cuando, experimentaremos los fuertes dolores de una angustia particular en nuestras vidas.
¿Una experiencia de angustia significa que no estás en la gracia de Dios? ¿Significa que Dios te ha dejado? ¿O significa que estás haciendo algo mal? Ciertamente no. De hecho, todo lo que tenemos que hacer es mirar la vida de Jesús para ver que este no es el caso. Estaba en constante angustia a lo largo de su vida terrenal mientras continuamente entraba más profundamente en la misión de su Padre. Justo antes de su ministerio público estuvo angustiado durante cuarenta días en el desierto. A lo largo de su ministerio público, experimentó la angustia y el agotamiento de su vida terrenal. Experimentó las críticas de los demás, los malentendidos, el ridículo, el rechazo, el trato duro y mucho más. Al final, sabemos su destino en la cruz.
Nuestra Santísima Madre hizo que la "espada del dolor" perforara su corazón. Fue malentendida y ridiculizada desde el principio como resultado de su misterioso embarazo fuera del matrimonio. Ella profesaba un amor perfecto hacia su Hijo y estaba angustiada por su futuro a medida que crecía. Ella vió que muchos lo amaban y otros lo hostigaban. Ella observó como se burlaban de Él durante su juicio y su crucifixión.
Pero piensa en sus vidas ahora. Ahora reinan desde el cielo como la gloriosa Reina de Todos los Santos y el Rey del Universo. Viven en gloria ahora por la eternidad. Su angustia se ha convertido en alegría perfecta.
Reflexiona hoy sobre tus propias pruebas en la vida. El pasaje de las Escrituras anterior revela la promesa que Dios hace a quienes las soportan con fe. Si sientes que te han tratado injustamente, estás en buena compañía. La clave es caminar por esta vida con gracia y dignidad. No dejes que las pruebas de esta vida o tus dolores te depriman. ¡Convéncete que mientras permaneces fiel caminando por el sendero que Dios ha establecido para ti, el resultado final es que te regocijarás! Esto es simplemente un hecho. Aférrate a esa esperanza y mantén tus ojos en la línea de meta. Al final vale la pena.
Señor, te entrego mi angustia y mis cargas. Los uno a Tu Cruz y confío en que estarás allí en todo momento caminando conmigo a lo largo de mi vida. Puedo mantener mis ojos en la meta y regocijarme en tu amor constantemente. Jesús, confío en ti.
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