5 de agosto del 2022: viernes de la decimoctava semana del tiempo ordinario



(Mateo 16, 24-28) Un verdadero líder es exigente. Él nos lleva a que nos superemos, él nos hace descubrir un proyecto más grande que nosotros y nos conduce a realizarlo irresistiblemente! He aquí lo que Jesús quiere al revelarnos el proyecto de su Padre.


(Mateo 16, 24-28) Hay sufrimiento más que suficiente en nuestro mundo. El evangelio ciertamente no me pide que le añada nada. Pero me invita al menos a asumir lo que estoy pasando sin convertirlo en maldad.





Primera lectura

Lectura de la profecía de Nahum (2,1.3;3,1-3.6-7):

Mirad sobre los montes los pies del heraldo que pregona la paz, festeja tu fiesta, Judá;
cumple tus votos, porque el criminal no volverá a pasar por ti, pues ha sido aniquilado. Porque el Señor restaura la gloria de Jacob y la gloria de Israel; lo habían desolado los salteadores, habían destruido sus sarmientos. Ay de la ciudad sangrienta, toda ella mentirosa, llena de crueldades, insaciable de despojos. Escuchad: látigos, estrépito de ruedas, caballos al galope, carros rebotando, jinetes al asalto, llamear de espadas, relampagueo de lanzas, muchos heridos, masas de cadáveres, cadáveres sin fin, se tropieza en cadáveres. Arrojaré basura sobre ti, haré de ti un espectáculo vergonzoso. Quien te vea se apartará de ti, diciendo: «Desolada está Nínive, ¿quién lo sentirá?; ¿dónde encontrar quien te consuele?»

Palabra de Dios



Salmo

Dt 32,35cd-36ab.39abcd.41

R/.
 Yo doy la muerte y la vida

El día de su perdición se acerca
y su suerte se apresura,
porque el Señor defenderá a su pueblo
y tendrá compasión de sus siervos
R/.

Pero ahora mirad: yo soy yo,
y no hay otro fuera de mí;
yo doy la muerte y la vida,
yo desgarro y yo curo. R/.

Cuando afile el relámpago de mi espada
y tome en mi mano la justicia,
haré venganza del enemigo
y daré su paga al adversario.
 R/.



Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,24-28):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin antes haber visto llegar al Hijo del hombre con majestad.»

Palabra del Señor




¡Al leer el Evangelio, podríamos pensar y preguntarnos si acaso Jesús aconseja el sufrimiento y la muerte a quienes le siguen!; difícil de admitirlo en los labios de aquel que sana y mitiga tanto sufrimiento! Que Él deje de pensar en sí mismo, llama preferentemente a no vivir únicamente para sí mismo. Este es un llamado a depositar toda la confianza en Dios para poder seguir a Jesús.



2

¿Hasta dónde llegarás?

"Quien quiera venir tras de mí debe negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme."

Mateo 16:24



Hay una palabra muy importante en esta declaración de Jesús. Es la palabra "debe". Tenga en cuenta que Jesús no dijo que algunos de ustedes tengan que seguirme llevando su cruz. No, dijo que quien quiera seguirme debe...

Así que la primera pregunta debe ser fácil de responder. ¿Deseas seguir a Jesús? En nuestras cabezas esa es una pregunta fácil. Sí, claro que sí. Pero esta no es una pregunta que podamos responder sólo con la cabeza. También debe ser respondido por nuestra decisión de hacer lo que Jesús dijo que era una necesidad. A saber, querer seguir a Jesús significa negarse a sí mismo y tomar su cruz. ¿Quieres seguirlo?

Con suerte, la respuesta es "Sí". Con suerte, decidimos abrazar profundamente todo lo que implica seguir a Jesús. Pero eso no es un pequeño compromiso. A veces caemos en la tonta trampa de pensar que podemos "algo" seguirlo aquí y ahora y que todo estará bien y sin duda entraremos en el Cielo cuando muramos. Tal vez eso sea cierto hasta cierto punto, pero si ese es nuestro pensamiento entonces nos estamos perdiendo lo que es la vida y todo lo que Dios tiene reservado para nosotros.

Negarse a sí mismo y tomar su cruz es en realidad una vida mucho más gloriosa de lo que podríamos llegar a tener por nuestra cuenta. Es una vida bendita de gracia y el único camino hacia la realización final en la vida. Nada podría ser mejor que entrar completamente en una vida de sacrificio total muriendo por nosotros mismos.

Reflexiona, hoy, sobre si estás dispuesto o no a decir "Sí" a esta pregunta no sólo con la cabeza, sino también con toda tu vida. ¿Estás dispuesto a abrazar la vida de sacrificio a la que Jesús te está llamando? ¿Cómo se ve eso en tu vida? Di "Sí", hoy, mañana y todos los días a través de tus acciones y verás que las cosas gloriosas tienen lugar en tu vida.

Señor, deseo seguirte y elijo, hoy, negar todo mi egoísmo. Elijo llevar la cruz de la vida desinteresada a la que estoy llamado. Permítanme abrazar mi cruz con alegría y ser transformado por Ti a través de esa elección. Jesús, confío en Ti.




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