miércoles, 17 de diciembre de 2025

18 de diciembre del 2025: jueves de la tercera semana de Adviento

 

En todos nosotros

(Mateo 1,18-24) Dar un nombre a Jesús, inscribirlo en la línea davídica, velar por su crecimiento, tal es la misión de José, esposo de María, quien, por su parte, lo lleva en lo más íntimo de su ser. ¿No estamos todos llamados a dejar nacer a Cristo en nosotros, a dejarlo vivir en nosotros? Esto exige escucha y capacidad de replantearnos, para ajustarnos al plan de Dios que nos sobrepasa. Es una gracia que se debe pedir para experimentar en la fe su presencia activa, restauradora y salvadora.”

Emmanuelle Billoteau, ermite

 


Primera lectura

Jr 23,5-8

Daré a David un vástago legítimo

Lectura del libro de Jeremías

MIREN que llegan días —oráculo del Señor—
en que daré a David un vástago legítimo:
reinará como monarca prudente,
con justicia y derecho en la tierra.
En sus días se salvará Judá,
Israel habitará seguro.
Y le pondrán este nombre:
«El-Señor-nuestra-justicia».
Así que llegan días —oráculo del Señor— en que ya no se dirá: «Lo juro por el Señor, que sacó a los hijos de Israel de Egipto», sino: «Lo juro por el Señor, que sacó a la casa de Israel del país del norte y de los países por donde los dispersó, y los trajo para que habitaran en su propia tierra».

Palabra de Dios.

 

Salmo

Sal 72(71),1-2.12-13.18-19 (R. cf. 7)

R. En sus días florezca la justicia
y la paz abunde eternamente.


V. Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. 
R.

V. Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. 
R.

V. Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
el único que hace maravillas;
bendito por siempre su nombre glorioso;
que su gloria llene la tierra.
¡Amén, amén! 
R.

 

Aclamación

R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Pastor de la casa de Israel, que en el Sinaí diste a Moisés tu ley, ven a rescatarnos con el poder de tu brazo. R.

 

Evangelio

Mt 1,18-24

Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

LA generación de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta:
«Miren: la virgen concebirá y dará a luz un hijo
y le pondrán por nombre Enmanuel,
que significa “Dios-con-nosotros”».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.

Palabra del Señor.

 

1

 

🕯Introducción: San José, guardián de lo imposible

Queridos hermanos:

Seguimos avanzando por el camino luminoso de Adviento. Ya huele a Navidad, ya suenan los villancicos del alma, ya sentimos dentro el misterio que se acerca: Dios con nosotros. Hoy el Evangelio nos lleva al corazón más silencioso de la historia: el momento en que José, “hombre justo”, recibe en sueños la revelación más desconcertante y hermosa de su vida.

Mientras el mundo duerme, Dios despierta los corazones. Mientras José teme, Dios lo fortalece. Mientras José duda, Dios aclara.

Y es que Dios nunca improvisa: prepara cada paso de su plan con amor perfecto.


📖 1. Promesa y cumplimiento: el Rey que viene para salvar

La primera lectura, del profeta Jeremías, anuncia algo inconcebible para un pueblo herido:

“Suscitaré a David un germen justo; reinará como rey prudente, actuará con justicia y derecho.”

Era una promesa dirigida a un Israel cansado, fragmentado, humillado… y sin embargo, Dios les dice: «No terminará así la historia». Ese “germen justo” crece silencioso a través de los siglos, escondido en generaciones que a veces parecen infieles y oscuras, pero donde Dios siempre trabaja.

Hoy, al proclamar este texto en pleno Adviento, reconocemos que la promesa tuvo cumplimiento: Jesús, hijo de David, viene a sanar, a unificar, a encender esperanza.

Y viene no con poder militar, sino con amor humilde.


🌾 2. El Salmo 72: un Reino diferente

El salmo nos hace cantar la esencia del Mesías:

“Él rescatará al pobre que clama, al afligido que no tiene protector.”

Este es el Reino:

·        justicia para el débil,

·        dignidad para el pequeño,

·        consuelo para el triste.

No adoramos a un Mesías lejano, sino cercano. Su gloria es amar. Su trono es el corazón humano.


👑 3. El Evangelio: José, llamado a lo imposible

En Mateo, José descubre que Dios escribe recto con renglones torcidos. Quiso actuar con justicia y misericordia cuando supo del embarazo de María, y justo ahí intervino el Señor:

“José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa; lo engendrado en ella viene del Espíritu Santo.”

José entiende que su proyecto personal no es el más grande. El plan de Dios lo supera, pero no lo anula. Lo integra.

Su misión no será comprenderlo todo, sino confiarlo todo.
No será controlar, sino custodiar.
No será hablar, sino escuchar.

Y José obedece.
Obedece en silencio, pero con una fe gigantesca.
Da nombre a Jesús, lo introduce en la casa de David, le entrega su vida completa.


🌟 4. Nacer de nuevo por dentro

Alguien, comentando este evangelio lo dice con belleza:
¿No estamos todos llamados a dejar nacer a Cristo en nosotros, a dejarlo vivir en nosotros?

Esto no es poesía espiritual: es misión cristiana.
Cristo quiere nacer en nuestra carne, nuestros hábitos, nuestro trabajo, nuestras relaciones, nuestra comunidad.

Pero como José, necesitamos:

·        escuchar,

·        dejarnos corregir,

·        renunciar al control,

·        confiar más allá del miedo,

·        abrir espacio al misterio.

Dios no busca perfectos. Busca disponibles.


🌱 5. Año Jubilar: tiempo para despertar

En este Año Jubilar somos llamados, como José, a levantarnos del sueño viejo y caminar hacia la esperanza:

·        dejar nacer en nosotros una Iglesia más misionera;

·        dejar nacer vocaciones nuevas al sacerdocio, a la vida consagrada, a la vida matrimonial;

·        dejar nacer un anuncio ardiente del Evangelio;

·        dejar nacer una fe madura y encarnada.

Evangelizar no significa solo hablar de Dios; significa permitir que Dios hable a través nuestro.


🙏 6. Intención por la Obra evangelizadora y las Vocaciones

Hoy oramos especialmente por la misión evangelizadora de la Iglesia:
por los sacerdotes, religiosas, catequistas, laicos comprometidos, evangelizadores en redes, misioneros silenciosos y heroicos.

Y oramos por aquellos que están naciendo a una vocación:
los jóvenes que buscan, los que dudan, los que temen, los que se resisten…

Que, como José, escuchen la voz del ángel que les dice:
“No temas.”


🌿 Conclusión

José dio nombre a Jesús.
María dio cuerpo a Jesús.
¿Y nosotros?

Estamos llamados a darle espacio.

Que este Adviento nos encuentre como José:
obedientes, abiertos, disponibles, enamorados del plan de Dios, sin miedo a lo nuevo, sin miedo al silencio, sin miedo al servicio.

Dios está llegando.
No por fuera.
Por dentro.

Amén.

 

2

 

 

🌟 1. Introducción: entre la imaginación humana y la verdad divina

 

Queridos hermanos:

El Evangelio de hoy nos muestra uno de los momentos más delicados y luminosos de la historia de la salvación: el instante en que José recibe en sueños la revelación del plan de Dios, y al despertar, decide obedecer plenamente.

Muchos de nosotros hemos tenido sueños raros, confusos, inquietantes o incomprensibles. Nuestra mente dormida construye imágenes mezcladas, heridas, deseos, temores, recuerdos. Pero lo de José no fue fantasía. No fue imaginación dispersa. En él, la voz de Dios penetró con claridad, y su razón y su fe permanecieron despiertas dentro del sueño, como una lámpara que arde en la noche.

Lo divino no anula lo humano: lo eleva.


📖 2. La promesa de Jeremías: un Rey que salva sin violencia

La primera lectura anuncia una promesa sorprendente:

“Suscitaré a David un vástago legítimo… y Judá estará a salvo e Israel vivirá seguro.”

Este anuncio llega a un pueblo devastado, confundido y tentado a imaginar futuros tristes. Jeremías habla a hombres y mujeres sumidos en sueños rotos. Y sin embargo, Dios les pide despertar a la esperanza verdadera:

No reinará el miedo, sino la justicia.
No triunfará el caos, sino la verdad.
No reinará la oscuridad, sino la luz.

A veces también nosotros, ante la realidad o ante la Iglesia, imaginamos escenarios oscuros: “todo está perdido”, “nadie quiere seguir a Cristo”, “no habrá vocaciones”, “la fe se está apagando”.

Pero Dios habla hoy como entonces:
No. Yo conduzco la historia. Confíen.


🎶 3. El Salmo 72: rostro del Rey que viene

El salmo describe al Mesías así:

“Él librará al pobre que clamaba… tendrá compasión del desvalido…”

No es un Rey para dominar, sino para escuchar.
No es un Mesías para vencer, sino para sanar.
Su trono es la misericordia.
Su cetro, la compasión.

No viene a imponer, sino a abrazar.

El pueblo esperaba un rey poderoso, pero Dios imaginó algo aún más grande: un Rey pobre, nacido de una Virgen, custodiado por un carpintero.

Lo divino supera lo humano.


👑 4. El Evangelio: José despierta a la verdad

El Evangelio presenta a un José abatido y confundido. Por su imaginación pasaron preguntas y miedos profundos. La lógica humana decía:
—Esto no tiene sentido.
—Es mejor apartarse.
—No puedo cargar con esto.

Cuando nos domina la imaginación, tomamos decisiones desde la confusión, el temor o la angustia. Y todos sabemos lo que eso produce: tristeza, dudas, pérdida de paz.

Pero en el sueño, Dios habló. Y no habló con imágenes vagas, sino con verdad:

“José, Hijo de David, no temas recibir a María… lo engendrado en ella es del Espíritu Santo.”

José comprendió entonces que no podía fiarse de sus pensamientos dispersos, sino de la Verdad que venía de Dios. En aquel sueño la razón de José no dormía; su inteligencia estaba plenamente despierta por intervención divina. Fue un sueño donde el alma comprendió y la fe obedeció.

Y por eso, al despertar, José no duda:
“Hizo lo que el ángel le había mandado.”


🌱 5. La Iglesia hoy: despertar a la misión

En este Año Jubilar, el Evangelio nos invita a preguntarnos:

¿Vivimos desde la imaginación del miedo o desde la verdad del Evangelio?

Porque muchas veces la imaginación nos inventa miedos:

·        “La Iglesia está envejecida…”

·        “Ya no hay jóvenes llamados por Cristo…”

·        “El mundo no quiere escuchar el Evangelio…”

·        “No tiene sentido insistir…”

Pero la verdad de Dios dice:

·        “Yo estoy contigo.”

·        “Mi Palabra no vuelve vacía.”

·        “Mi Espíritu suscita vocaciones.”

·        “Mi amor renueva la historia.”

Dios no nos abandona. Somos nosotros quienes, como José, debemos despertar a la verdad, dejar de lado la angustia imaginada y abrazar la misión real.


🔥 6. Vocaciones: sembradas en silencio, cosechadas en fe

Hoy oramos especialmente por las vocaciones sacerdotales, religiosas y laicales.
Pedimos por los niños que un día escucharán el nombre de Jesús en su interior.
Por los jóvenes que dudan, sueñan, temen, se cansan, se entusiasman.
Por quienes escuchan el llamado, pero se sienten indignos o incapaces.

José también tuvo miedo.
José también se sintió superado.
Pero cuando despertó a la verdad, entregó la vida entera.

Una vocación nace así:
Cuando dejamos que Dios hable más que los miedos.


🕊️ 7. Evangelización: la Iglesia despierta

En esta etapa del Adviento, la Iglesia se nos presenta como José:
llamada a custodiar al Niño, a protegerlo, a presentarlo al mundo, a ponerle nombre, a hacer que crezca.

La evangelización no es un programa ni un proyecto humano.
Es colaboración con la obra silenciosa del Espíritu.
Es despertar al mundo a la Buena Nueva.

No nos corresponde inventar mensajes nuevos:
nos corresponde encarnar el mensaje eterno.


🙏 Conclusión: despertar como José

José se durmió con temor
y despertó con misión.

Se durmió con preguntas
y despertó con respuestas.

Se durmió imaginando
y despertó creyendo.

Que así sea con nosotros.
Que este Adviento nos encuentre despiertos al plan de Dios.
Que despertemos a la verdad del Evangelio.
Que despertemos a la vocación del amor.
Que despertemos a la misión evangelizadora.
Y que despertemos a Cristo que nace dentro.

Amén.

 

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